¿Cómo puede la digitalización ayudar a reducir la brecha de género?

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El Global Gender Gap Report realizado por el Fondo Económico Mundial no deja lugar para la duda. En sus conclusiones, los autores de este informe mantienen que se necesitarían 100 años para corregir las desigualdades de género si se mantienen las condiciones actuales. Es evidente que no podemos permitirnos pasar un siglo más menospreciando el talento del 50% de la población ni perpetuando una situación injusta que nos empobrece moral y económicamente. 

El carácter reivindicativo del #DíaDeLaMujer nos aporta un baño de realidad con un continuo goteo de datos que ponen de manifiesto que, a pesar del camino recorrido en los últimos años, todavía son muchos los agravios pendientes. No es fácil cambiar aspectos que afectan a las costumbres, pero es imprescindible y los beneficios para todos, hombres y mujeres, son más que evidentes. 

El proceso de digitalización en el que estamos inmersos ofrece una magnífica oportunidad para acelerar en el proceso de igualdad de género. Especialmente en el ámbito laboral. La tecnología puede ser un vehículo igualitario por muchas y diversas razones, aunque también hay desigualdades de origen en este entorno que deben corregirse rápidamente. 

¿Cuáles son las oportunidades que ofrece la digitalización para la igualdad?

1) La primera es que es un momento de cambio, que obliga a recomponer muchas cosas en el ámbito de las empresas. Es, por lo tanto, un escenario ideal para corregir desigualdades.

2) La tecnología no prima la fuerza física, por ejemplo. No hay ninguna razón que pueda justificar, por decirlo de alguna manera, situar a las mujeres en un segundo plano.

3) Niñas y niños acceden hoy al entorno digital en igualdad de condiciones y sin trabas culturales. Por lo tanto, sus competencias digitales nativas son idénticas.

4) Este hecho puede contribuir a corregir una situación que se da todavía hoy en el mundo de la tecnología y que no puede continuar. Por tradición, los estudios relacionados con la tecnología han contado con una presencia muy mayoritaria de hombres. Eso afecta también a la presencia de directivas en las empresas tecnológicas. 

5) La digitalización en el ámbito laboral favorece el teletrabajo y abre una puerta a la conciliación familiar y a un reparto más justo de las tareas familiares entre hombre y mujer.  

6) El uso de la tecnología también favorece que procesos, como por ejemplo la selección de personal, se desarrollen sin discriminación ni apriorismos.

A pesar de esta oportunidad, no podemos olvidar que el punto de partida también ofrece datos inquietantes sobre los que hay que actuar. La presencia de la mujer en el sector TIC es muy inferior que la de los hombres. Un 6% de los trabajadores ocupados desempeñar su labor en estas empresas, mientras que en el caso de las mujeres a penas alcanza el 2%. 

Las Administraciones Públicas parecen decididas a utilizar el poder transformador de la digitalización como un aliado para reducir la brecha de género. Uno de los ámbitos en el que realizan un mayor esfuerzo es en el del papel de la mujer como desarrolladora de tecnología. Su presencia en este ámbito hoy es muy minoritaria.

Todo son pasos que permiten avanzar en la dirección adecuada. Durante la pandemia, la digitalización ya ha demostrado la capacidad de desarrollarse con gran rapidez y consolidar su presencia en el día a día de las personas y de las empresas. Hay que aprovechar esa capacidad transformadora para derribar la brecha de género con más rapidez.